Timidez: todo sobre esta emoción y como superarla

Se conoce como timidez a la sensación de miedo, incomodidad e inseguridad que siente un individuo al momento de relacionarse con otras personas, lo que conlleva a que este no se desenvuelva libremente frente a situaciones que involucren la interacción social. En la mayoría de los casos las personas tímidas omiten sus opiniones para evitar exponerse a humillaciones o burlas, ya que su baja autoestima les hace creer que todo lo que dicen es insignificante.

Este sentimiento aflora en circunstancias en las cuales el individuo se siente amenazado, lo que genera ansiedad; es decir, las personas tímidas suelen expresarse normalmente en un entorno que consideran seguro, como el familiar, pero cuando se encuentran en un contexto distinto con sujetos que no son de su confianza, la timidez se agudiza. Esta emoción no solo ataca a la hora de manifestarse de manera oral, lo mismo ocurre con el lenguaje escrito, los individuos pueden llegar a redactar sus pensamientos y sentimientos, siempre y cuando el receptor del mensaje no los conozca o reciba el documento anónimo, pues consideran que de otra manera ponen en riesgo su integridad.

superar la timidez

La timidez suele confundirse con la introversión, sin embargo estos son términos distintos. A diferencia de la persona tímida, la persona introvertida es aquella que adopta actitudes reservadas en su vida, pero el motivo no es que sienta temor o inferioridad frente a otros, sino que disfruta relacionándose con un pequeño núcleo de individuos, pues generalmente los introvertidos son personas sencillas que encuentran satisfacción en la lectura, conversaciones interesantes, la naturaleza, los estudios, la música, entre otras cosas que prefieren mantener para sí o compartirlas con amigos que realmente aprecien.

Es importante conocer que todos los individuos tienen un grado de timidez, hasta las personas extrovertidas, que les permite mantener la cordura o el respeto hacia ciertas personalidades que tienen mayor autoridad; sin embargo, el término timidez es empleado para aquellos que muestran conductas de inferioridad, hipervigilancia, tienen baja autoestima y un temor excesivo a la exposición.

Las relaciones interpersonales son sumamente importantes dentro de cualquier ámbito en el que se desarrolle el individuo, por lo tanto la timidez es un obstáculo que evita la manifestación del potencial de las personas que la sufren. El primer paso para superar la timidez es atreverse a exteriorizar opiniones e ideas, sin temor al rechazo social.

Características de una persona tímida

Identificar a un individuo tímido es fácil, pues la actitud que toma cuando se encuentra dentro de un contexto en el cual debe relacionarse o exponerse ante otros, es de sumisión, pues desea pasar desapercibido para que la atención del grupo no recaiga en él. Algunas de las características más resaltantes que permiten reconocer a una persona tímida, son:

  • La postura física y el comportamiento que adoptan cuando se exponen a situaciones sociales. Encorvan la espalda, se encogen de hombros, evitan el contacto visual con el resto de las personas que integran el grupo y cuando tienen que expresarse tartamudean o hablan con un bajo tono de voz.
  • Poseen una autoestima baja, por lo que no se consideran lo suficientemente importantes como para que los demás escuchen sus opiniones. Siempre subestiman sus pensamientos e ideas y constantemente realizan una autoevaluación negativa de sus actitudes.
  • La inhibición social en las personas tímidas es notoria, pues no se sienten a gusto en grandes grupos y prefieren evitar el riesgo de exponerse frente a otros individuos, ya que consideran a estos como una amenaza.
  • Cuando las personas tímidas se sienten expuestas a las críticas de los demás, reaccionan de manera ansiosa, lo que permite que se desarrollen síntomas de malestar físico, como sudoración excesiva, náuseas, taquicardia, sensación de falta de aire u opresión en el pecho, entre otros.
  • Los pensamientos negativos son muy comunes en las personas tímidas, pues siempre se encuentran analizando su contexto social e imaginando que sucederá el peor escenario posible, lo cual contribuye a aumentar la ansiedad y el temor a arriesgarse a enfrentar el acontecimiento que les produce miedo.

Causas de la timidez

No se conoce una causa exacta por la cual un individuo sufra de timidez, pues este es un rasgo de la personalidad que se define por la unión de diversos factores. Por una parte se encuentra la genética, ya que se ha demostrado que hereditariamente puede adquirirse la propensión a adoptar determinadas actitudes, esto dependiendo de la manera en cómo el cerebro procesa la información que la persona recibe, sin embargo, los psicólogos señalan que en el caso de la timidez la experiencia individual juega un papel más determinante.

Generalmente la timidez inicia desde la infancia, cuando el niño se encuentra en los primeros años de escolaridad y tiene que relacionarse en un entorno social diferente al familiar; por ello, lo que ocurre en estas relaciones interpersonales será de gran importancia para la formación de la personalidad del individuo. Si los padres se percatan de que su hijo no les comenta lo que sucede en la escuela, no se refiere a algunos compañeros como amigos o simplemente le preguntan algo con respecto a este ámbito y no responde o reacciona de manera negativa, posiblemente sufra de timidez.

La timidez se desarrolla a raíz de una mala experiencia en las relaciones sociales, en la edad escolar es común que los niños se burlen de otros, los excluyan e ignoren, por lo que estas podrían ser razones que la originen. De igual forma, los complejos que el individuo tenga sobre su cuerpo, por padecer alguna enfermedad, anomalía o simplemente no estar a gusto con alguna parte de él, pueden causar timidez.

En muchos casos la timidez es consecuencia de la baja autoestima, por lo que es importante fortalecer la seguridad de los niños durante sus primero años de vida, pues eso es lo que les permitirá expresarse libremente. Cuando un individuo tiene baja autoestima se considera inferior a los demás y no cree que sus ideas sean tan buenas como para que los otros la tomen en cuenta, por lo que su propio prejuicio y miedo a ser rechazado lo inhibe de manifestar su pensamiento.

En la adultez también puede sufrirse de timidez, no solo por haber adquirido este rasgo desde la infancia, sino por alguna circunstancia traumática que haya marcado la vida del individuo, tal es el caso de un accidente que haya provocado la amputación de un miembro, la deformidad de alguna parte del cuerpo o en casos menos extremos, alguna conferencia o evento importante que no salió como se esperaba y en consecuencia trajo repercusiones en las relaciones interpersonales y la percepción que el sujeto tiene de la imagen que transmite a los demás.

Consecuencias de la timidez

Relacionarse con otros individuos es indispensable, pues la comunicación permite que las personas trabajen en conjunto para poder alcanzar objetivos grupales y personales, por lo que no poder expresarse perjudica todos los aspectos de la vida, de ahí la importancia de superar la timidez.

En el ambiente escolar y laboral es donde se evidencian los problemas más graves, pues muchas veces ocurre que las personas tímidas tienen grandes ideas, pero como no se atreven a trasmitirlas pierden buenas oportunidades de emprender, ascender de cargo, acceder a un mejor empleo, entre otras cosas; y si luego observan que a otro individuo se le ocurrió una idea similar y tuvo buena receptividad por parte de terceros o éxito al momento de ejecutarla por su cuenta, se lamentan de no haber actuado y sufren episodios depresivos.

Las relaciones amorosas y sentimentales de las personas tímidas también se ven afectadas por esta condición, ya que mantener un grupo de amigos con los que puedan salir a compartir en momentos de descanso se les dificulta, pues solo pueden imaginar la incomodidad que sentirán si estos llevan a más personas o si deciden reunirse en un lugar donde haya individuos conglomerados, lo que en consecuencia origina la retracción social y el aislamiento.

Entre las consecuencias físicas de sufrir timidez se encuentran aquellas manifestaciones que se asocian a los síntomas de la ansiedad, tal como es el caso de la sequedad de la boca, sudoración excesiva, rigidez y tensión muscular, taquicardia, sensación de opresión en el pecho, mareos, dolor de cabeza, entre otros. Asimismo, la conducta también se ve afectada, pues las personas tímidas siempre se encuentran vigilantes, a la expectativa de cualquier evento que pueda ponerlos en evidencia y desatar un episodio de ansiedad. Por este motivo es muy importante que la persona tímida supere su timidez de una manera suave y progresiva que permita su desarrollo global en la vida diaria.

Timidez en las distintas etapas de desarrollo

Timidez infantil

Durante esta etapa de la vida es difícil determinar si un niño que actúa de una manera sigilosa, es callado, retraído o tranquilo, sufre de alguna patología como la depresión o simplemente es introvertido, tímido o serio; sin embargo, es importante que esto lo determine un psicólogo, pues la razón de su comportamiento se debe conocer para poder implementar algún tipo de terapia para superar la timidez, en caso de que este lo requiera.

La timidez infantil suele ser la más común, pues en este período el individuo no sabe cómo expresar sus sentimientos, no tiene las herramientas necesarias para poder lidiar con el miedo que le da acercarse a otros y no es capaz de conocer qué es exactamente lo que le ocurre, pues solo sabe que no se siente cómodo en el ambiente escolar y que quiere estar pronto en el entorno familiar.

En muchos casos los padres no consideran que su hijo sea tímido porque ven que este se relaciona con sus maestros, allegados y familiares, pero en la etapa infantil la timidez se  manifiesta mayormente cuando el infante se encuentra en lugares en los cuales tiene que relacionarse con sus similares.

Timidez adolescente

Generalmente la timidez adolescente es consecuencia de no tratar a tiempo la infantil, ya que después de los 12 años de edad es cuando los padres se percatan de que realmente su hijo no se relaciona en grupo, tiene pocos amigos, no le gusta expresar sus emociones y pensamientos o atraviesa episodios ansiosos cuando tiene que realizar alguna labor escolar que involucre trabajo en equipo, exposición o defensa.

Pero también existen otros adolescentes que no fueron tímidos en su infancia y durante esta etapa empiezan a serlo, las razones pueden ser variadas pero en la mayoría de los jóvenes las causas se derivan de la inconformidad que tienen con los cambios que atraviesa su cuerpo. El desarrollo es una época importante en la vida de todas las personas, en él no solo comienza a cambiar la fisiología, sino que se establecen las primeras creencias, se empieza a tomar en cuenta el criterio del sujeto y se forma su personalidad.

La timidez adolescente puede relacionarse con el bullying, la ansiedad, la inseguridad y la depresión, pues estos muchas veces pueden ser los motivos por los cuales un individuo desarrolle timidez, aunque también ocurre el caso contrario; los jóvenes agresores se aprovechan de las personas tímidas para convertirlas en sus víctimas, lo que en consecuencia origina que aumenten sus niveles de ansiedad y al no poder controlar la situación, terminen por caer en depresión.

Timidez amorosa o crónica

Es aquella que se experimenta en la etapa adulta, específicamente cuando la timidez afecta la búsqueda de una pareja sentimental, pues en este nivel crónico la persona tímida no encuentra la valentía para conocer gente, invitar a alguien a salir, organizar alguna cita o simplemente acercarse a conversar con un individuo que llame su atención.

La timidez en este período puede llegar a ser devastadora, pues el sujeto se siente completamente subordinado por el sentimiento de miedo, lo cual ocasiona que se frustren muchas de sus aspiraciones y cada vez conciba más de cerca la soledad como su única compañía, lo que en consecuencia origina mayor aislamiento social y este a su vez la depresión.

Diferencias entre la timidez y el miedo a hablar en público

A pesar de que la timidez implica el sentimiento de malestar que genera en algunas personas el encontrarse expuestas ante otros individuos mediante una situación que involucre la interacción social, esta debe diferenciarse de lo que se conoce como pánico escénico y miedo a hablar en público.

El miedo a hablar en público es algo común en los individuos, pues este se manifiesta cuando las personas se ven expuestas a circunstancias en las cuales podrían ponerse en vergüenza o perder algo a lo que le tienen mucho valor, lo que origina que se active un mecanismo de defensa natural, el cual trata de evitar que el sujeto se enfrente a aquello que puede desatar opiniones negativas hacia su persona y posteriormente perjudicarlo en su vida social, familiar o laboral, dependiendo del caso.

Por su parte, la timidez sobrepasa los límites de lo natural, pues ya el miedo no se activa ante alguna situación importante, sino que se experimenta diariamente y pasa a formar parte de la personalidad del individuo que la sufre, de su conducta y pensamiento. De igual manera, podría decirse que el pánico escénico es un poco más elevado que el miedo a hablar en público, pues en el segundo el sujeto es capaz de arriesgarse y seguir adelante, afrontando la circunstancia y tratando de hacer lo mejor posible, mientras que el pánico origina que la persona se cierre a la posibilidad de realizar la ponencia, actuación o demostración; en muchos casos es posible que se sientan rígidas y manifiesten que ni siquiera recuerdan lo que tienen que decir o hacer.

Todas las personas le temen al fracaso, a sentirse menospreciadas o aisladas, pues saben que esto traerá como consecuencia que las emociones negativas se apoderen de ellas, sin embargo, tanto el pánico escénico como el miedo a hablar en público pueden controlarse y disminuirse con algunos ejercicios de respiración, concentración o rituales personales que se realicen antes de aparecer en escena. Al final, lo que verdaderamente hace que una persona deje de atravesar por estos episodios de miedo y ansiedad, antes de un acontecimiento importante, es la experiencia y la costumbre, pues son estos dos elementos los que lograrán que se desenvuelva libremente frente al público.

¿Cómo superar la timidez?

Aunque a las personas tímidas les parezca imposible, se puede superar la timidez, sólo es cuestión de cumplir con los ejercicios y las terapias necesarias, evitando apresurar el tratamiento, pues la evolución y los resultados se verán con el tiempo.

El primer paso para vencer la timidez es tener el entusiasmo por lograrlo. Se debe estar consciente de que será un proceso difícil en donde se tendrá que cambiar la forma de percibir a los demás como una amenaza, lo que puede generar confusión y mucha más ansiedad al principio, pero es necesario para poder alcanzar los objetivos deseados. Luego es importante consultar con un psicólogo o psicoterapeuta para que este determine cuáles son las situaciones que generan mayor miedo y por qué, y finalmente elabore un tratamiento acorde a las características particulares del paciente.

El procedimiento psicológico más recomendado en casos de timidez es la terapia cognitivo-conductual, ya que esta abarca los dos ámbitos que deben modificar las personas tímidas: su pensamiento y su comportamiento. Dentro de este tipo de terapias se encuentran numerosas técnicas, entre las que se tienen:

  • Autoinstrucción positiva: motiva a que el individuo cambie sus pensamientos negativos por otros más optimistas, siendo él mismo el que busque en su interior cuál puede ser la opción que le brinde mayor tranquilidad.
  • Reforzamiento: busca recalcar los buenos comportamientos que tiene el paciente, aconsejándolo para que día a día pueda seguir avanzando en el tratamiento contra la timidez.
  • Modelador: esta técnica consiste en cambiar las conductas desadaptativas, por otras que faciliten que el individuo establezca relaciones sociales.
  • Relajación: es el método que se utiliza para poder calmar la ansiedad del paciente que sufre de timidez, mientras se encuentra en el tratamiento, a través de la práctica de ejercicios de respiración, concentración, atención, entre otros.
  • Desensibilización sistemática: es una técnica en la que se plantean escenarios reales o imaginarios, en los cuales el individuo tímido experimenta un episodio de ansiedad que progresivamente va aumentando en intensidad, con la finalidad de que este pueda controlar su timidez y lograr el objetivo planteado en el ejercicio.

Para que el tratamiento dé los resultados esperados es indispensable que se cumpla con los plazos establecidos por el psicólogo. Asimismo, concluidas las terapias, es importante que se mantenga citas periódicas con el psicólogo, debido a que posiblemente en algún momento ocurra un acontecimiento que desate nuevos episodios de ansiedad, la cual será mucho más fácil de controlar si se lleva un seguimiento médico.

Es importante que las personas tímidas sepan la diferencia entre la timidez y el miedo a hablar en público, pues así aprenden a reconocer cuándo experimentan un nivel de ansiedad natural frente a alguna circunstancia determinada, sin confundirla con una recaída o con la idea de que aún no se ha superado esta condición.

Importancia de vencer la timidez

La timidez es un obstáculo que impide alcanzar muchos objetivos, pues las consecuencias de esta se reflejan en todos los ámbitos de la vida, como en el laboral, sentimental, social y familiar, pues perjudica el desempeño de las personas al momento de desarrollar su rol dentro de la sociedad. Vencer la timidez es lo que va a permitir que el individuo posea mayor seguridad en sí mismo, se abra a los cambios, a la posibilidad de aspirar a algo mejor y tenga el atrevimiento de trabajar por sus anhelos, sin importar a quién tengan que enfrentarse.

Es común que las personas tímidas no se crean capaces de vencer el miedo que les provoca encontrarse expuesto socialmente, sin embargo, lo han logrado cuando se lo proponen, pues realmente se percatan de que el único individuo perjudicado por su situación es él mismo. El momento en el cual un sujeto que sufre esta condición decide tomar medidas para superarla, ya está dando el primer paso hacia una vida distinta.

Cuando la timidez se ha dominado las personas disfrutan más, debido a que la ansiedad deja de ser el problema de cada día, pueden salir a lugares públicos e interactuar de manera segura con un grupo de personas, su autoestima se eleva y deciden emprender proyectos que antes veían imposibles, toman las riendas de su vida y la conducen por el camino que les brindará mayor felicidad.

Muchos individuos que han superado la timidez son exitosos, gracias al desarrollo de su  capacidad comunicativa, pues mediante la manera en cómo manifiestan sus pensamientos e ideas pueden captar la atención de otros con mayor facilidad y convencerlos de que tienen razón o que se merecen una oportunidad, lo que por consiguiente origina credibilidad en el discurso, la cual es esencial para que el resto de las personas apoyen la causa y colaboren para que algún proyecto se lleve a cabo.

 

Psicólogos de Bogotá expertos en superar la timidez



Autor: © PSIGUIDE