Risoterapia: el poder curativo de la risa y el buen humor

risoterapia

La risa y el sentido del humor

Siempre es agradable observar a las personas reír, pues ese gesto inmediatamente expresa emociones y sensaciones positivas, tales como la felicidad, comodidad, plenitud y alegría, las cuales se contagian con rapidez y permiten que otros experimenten sus efectos. A pesar de que todos los seres humanos tienen la capacidad de reír, hay quienes lo hacen con mayor naturalidad y frecuencia, esto debido a su sentido del humor.

El humor es la condición emocional que asume un individuo ante los estímulos del entorno; sin embargo, cuando se habla del sentido del humor se hace referencia a la facilidad que tienen algunas personas de adoptar una actitud positiva, agradable y cómica frente a diversas circunstancias, lo que también se conoce como “buen humor”.

Mantener el sentido del humor trae consigo muchos beneficios, entre ellos se encuentra la manifestación de la risa, la cual es una respuesta del organismo ante emociones placenteras. Las personas que siempre ven el vaso medio lleno, que son optimistas y tratan de encontrar la parte buena de cualquier situación, son las que ríen de manera espontánea e intentan hacer reír a los demás, lo que resulta favorable para su salud física y mental. Pero, ¿la risa puede expresarse de manera voluntaria? ¿Es necesario tener un motivo para poder reír? ¿Cuáles son los beneficios de la risa?

¿Qué es la risoterapia?

Numerosos estudios han demostrado que la risa genera bienestar y emociones positivas, por lo que se han implementado muchos métodos que fomentan la manifestación de la risa en las personas, con el objetivo de mejorar el estado de ánimo de estas, lo que en consecuencia les permitirá percibir el entorno de una manera optimista y conseguir una vida próspera. En este sentido, la técnica más conocida es la risoterapia, ya que su principal intención es crear la risa entre los participantes de cada sesión, sin importar las diferentes condiciones que existan entre ellos.

A pesar de que su nombre indica que es una terapia, en realidad la risoterapia consiste en una estrategia para hacer reír a las personas mediante diversas actividades, tal es el caso de juegos, dramatizaciones, danzas, expresiones corporales o por el simple contagio de la risa que surge de forma natural cuando un grupo de personas se reúne dispuesto a disfrutar de la vida; todo esto sin tomar en cuenta los problemas personales de cada sujeto, por lo que no debe ser considerada una terapia, aunque sí proporciona efectos curativos que ayudan a que los participantes aumenten sus emociones positivas y se sientan plenamente felices y saludables una vez culminada la sesión.

La risoterapia únicamente se realiza en grupo, sin importar que los integrantes del mismo nunca antes hayan tenido contacto entre sí, pues una de las particularidades de la risa es que permite aumentar la autoestima y la capacidad de socialización, así como eliminar los prejuicios y evitar que las personas piensen en situaciones negativas, logrando de esta manera que se olviden de los problemas y se aíslen de las dificultades. Cuando los componentes de un grupo se ríen en conjunto, se forma un lazo emocional, el cual brinda la sensación de que los participantes se han conocido antes y que ese vínculo no se romperá.

Muchas personas no se atreven a realizar risoterapia porque creen que no van a poder reírse sin razón o consideran que es algo tonto, pero la verdad es que al final cada persona del grupo termina riendo honestamente, pues el ambiente sinérgico y ameno que se crea entre los participantes contribuye a que estos se sientan cómodos y felices, lo que les permite expresarse con libertad.

Es importante destacar que, aunque no todas las personas tienen un amplio sentido del humor, este puede desarrollarse y una forma de hacerlo es mediante la risoterapia, pues esta técnica logra eliminar la predisposición que se tiene hacia algunos temas y trata en todo momento de encontrarle el lado bueno a las situaciones de la vida, lo cual a su vez origina que las emociones positivas sean más recurrentes y por consiguiente se adopte un buen sentido del humor.

¿Cómo funciona la risoterapia?

La risa es sumamente contagiosa, por lo que al realizar ciertas actividades que buscan incentivar esta acción es probable que a algunos les cause gracia de manera natural, mientras que otros la expresen de forma voluntaria, aunque al final no podrán evitar reírse, aunque no sepan concretamente por qué lo hacen. Es importante tener en cuenta que en la risoterapia no es relevante si la risa es forzada o espontánea, pues el cuerpo reacciona de igual manera y obtiene los mismos beneficios.

Según la gelotología (ciencia que estudia la risa y sus efectos en el organismo), el contagio de la risa ocurre debido a que los seres humanos son individuos sociales por naturaleza y las emociones agradables permiten que sea más fácil acercarse a otro sujeto e interactuar con él, pues estas crean un escenario ameno en el cual ambos pueden sentirse cómodos y en confianza; gracias a ello, el cerebro procesa rápidamente estas sensaciones y activa a un grupo de neuronas denominadas “neuronas espejo”, que estimulan a las personas a imitar, de manera inconsciente, los gestos empáticos que provienen de otras. Estudios recientes han descubierto que este tipo de neuronas también se aceleran al escuchar sonidos conocidos que son atractivos, por lo que la risa impacta tanto visual como auditivamente.

El objetivo principal de la risoterapia es producir carcajadas, pues estas son la manifestación máxima de la risa; sin embargo, detrás de ello se encuentra el verdadero motivo, lograr que los individuos se sientan bien y culminen la jornada felices. La risa ocasiona que cientos de músculos se estimulen, principalmente los del rostro, el abdomen, el cuello y la espalda, lo que permite que estos se relajen después del período de carcajada y por consiguiente el individuo se sienta saludable. Asimismo, esta acción provoca que se libere endorfina, serotonina y dopamina, las cuales son hormonas que producen sensaciones de placer y bienestar.

Risoterapia en las enfermedades

Los talleres de risoterapia son diseñados para cualquier tipo de persona, pues sus beneficios contribuyen a llevar un estilo de vida más sano y próspero, por lo que muchas personas asisten con el objetivo de comprobar si verdaderamente obtendrán los resultados prometidos; sin embargo, existen grupos especiales que se encuentran integrados únicamente por sujetos que padecen condiciones médicas especiales, debido a que las dinámicas empleadas deben ser adaptadas a sus necesidades y capacidades.

La ciencia ha demostrado que existen hormonas que contribuyen a que las personas experimenten emociones positivas o negativas, respectivamente; por ejemplo, el cortisol es una hormona que se asocia al estrés, la ansiedad y la depresión, mientras que la endorfina se relaciona con la felicidad y el bienestar. Cuando un individuo se ríe, los niveles de endorfina, dopamina y serotonina se incrementan, por lo que el dolor corporal disminuye y el estado de ánimo cambia positivamente.

Desde la perspectiva psicológica, las emociones tienen gran influencia en los procesos cognitivos y conductuales de los seres humanos, por lo que se ha demostrado que los buenos sentimientos permiten a las personas pensar y actuar de una mejor manera, siempre con alegría, paciencia y tranquilidad, dejando a un lado el estrés, la ansiedad y los pensamientos negativos. Como resultado de esto el organismo se encuentra relajado, disminuyendo la probabilidad de desarrollar trastornos mentales o enfermedades psicosomáticas, y contribuye a que los pacientes ya diagnosticados con alguna patología mantengan un buen ánimo y vitalidad.

A pesar de que la risoterapia no puede ser considerada como tratamiento para alguna enfermedad, ya sea psicológica o fisiológica, se ha demostrado que resulta un buen complemento para contrarrestar cualquier patología, pues cuando los pacientes se encuentran en un ambiente ameno y lleno de buenas emociones, estos las adoptan rápidamente, lo que permite que se expresen de forma optimista, que sean carismáticos y felices, a pesar de las adversidades.

Los allegados de personas con patologías graves tienden a enfermar, debido a que constantemente son víctimas de emociones negativas; por ello, es recomendable que familiares de individuos que padezcan de alguna condición médica también asistan a talleres de risoterapia, pues esto les ayudará a crear un entorno agradable para el paciente, así como contribuirá a que se alejen los pensamientos negativos y la preocupación por la enfermedad de ese ser querido.

Beneficios físicos de la risa

Cuando una persona ríe a carcajadas estimula más de 300 músculos en todo el cuerpo. Existen estudios que calculan que reírse durante 5 minutos proporciona los mismos resultados que hacer 45 minutos de entrenamiento cardiopulmonar, pues el constante movimiento del diafragma y la caja torácica activa al organismo, acelerando de esta manera el ritmo cardíaco y el metabolismo. Asimismo, la risa también contribuye a que los pulmones se ejerciten, debido a que la respiración se acelera y las personas tienden a inhalar más hondo durante cortos períodos de tiempo.

La risa amplía la oxigenación de los pulmones, lo cual conlleva a beneficios adicionales en todo el cuerpo. Gracias al aumento del ritmo cardíaco y la aceleración de la respiración, la sangre circula por el organismo con mayor impulso, fortaleciendo el corazón, músculo que desarrolla la capacidad de tomar mayor cantidad de oxígeno de los pulmones para nutrir a la sangre. Esto permite al organismo liberar las toxinas más rápido, restaurando a su vez los tejidos y las células del cuerpo, dejándolo más saludable.

beneficios de la risa y del sentido del humor

De igual manera, los anticuerpos también se benefician cuando la circulación se acelera, lo que permite que se fortalezca el sistema inmunológico, encargado de localizar y atacar a los virus y las bacterias que penetran en el organismo, con el objetivo de evitar la mayor cantidad de enfermedades e infecciones.

La secreción de las hormonas de la felicidad (serotonina, dopamina y endorfina) aumenta cuando las personas ríen, lo que brinda una sensación de bienestar que actúa como analgésico natural disminuyendo el malestar corporal; aunado a ello, una vez que la risa ha pasado, los músculos se relajan y se mueven con facilidad, provocando que los individuos tengan que hacer un menor esfuerzo físico al realizar ciertos movimientos. En algunas ocasiones se puede alcanzar tal nivel de relajación después de un episodio de risa, que el letargo y la somnolencia se hacen evidentes, originando una mayor facilidad y rapidez en la conciliación del sueño.

Beneficios psicológicos de la risa

Las relaciones interpersonales se forjan gracias a la capacidad de socialización y empatía que tienen los seres humanos, ya que estos pueden interactuar, persuadir y convencer a otras personas, lo que les permite conseguir empleos, hacer amistades, comprar o vender productos, entre otras cosas que son necesarias para el desarrollo de la vida social de cualquier individuo; sin embargo, en este proceso juega un papel fundamental el carácter y el temperamento, los cuales son aspectos que pueden mejorar gracias a los beneficios de la risa.

Al reír las personas manifiestan emociones positivas, las cuales causan que se eleve la autoestima de las mismas y que se facilite el proceso de socialización, esto gracias a que las preocupaciones y los malos pensamientos se ausentan, permitiendo que las carcajadas, la alegría y las buenas experiencias en el entorno social sean las protagonistas, permitiendo a los individuos crear nuevas relaciones interpersonales o fortalecer los vínculos emocionales que se habían formado con anterioridad.

Además de la serotonina, endorfina y dopamina, hormonas que brindan sensaciones de bienestar y placer, la risa también origina que se libere mayor cantidad de catecolamina, el cual es un neurotransmisor que contribuye a mejorar el funcionamiento del cerebro, particularmente el aspecto cognitivo, pues beneficia la agilidad mental y la memoria, lo que ayuda a que los individuos mejoren en el ámbito académico o laboral.

Cuando las personas se concentran en destacar lo negativo de su entorno, lo logran, pues de la misma forma, el cerebro puede ser entrenado para rescatar los acontecimientos positivos y así vivir de una manera más feliz y próspera. En este sentido, la risa favorece a que los individuos adopten una perspectiva optimista, a través de la cual tratan de encontrar la parte buena a cualquier situación de la vida, permitiéndoles bloquear los malos pensamientos y alejarse del estrés, la ansiedad y la depresión.

Se ha comprobado que cuando las personas cambian su estilo de vida a uno más feliz y saludable, en el cual las buenas emociones se hacen presentes con mayor regularidad, reducen la probabilidad que tienen de padecer enfermedades físicas o mentales, ya que los beneficios psicológicos de la risa contribuyen positivamente a mejorar la vida de las personas. Por ello, si no somos propensos a reír fácilmente, la risoterapia nos devolverá ese estado de equilibrio y bienestar, pues la intención de cualquier acción se fundamenta en las emociones y se interpreta según la manera cómo se ha transmitido el mensaje, y mientras más agradable sea este, existirá mayor reciprocidad.

Dinámicas de risoterapia

Las sesiones de risoterapia regularmente son de dos horas, aunque su duración puede ser mayor si se trata de una ocasión especial, tal como una demostración, un evento o la apertura de un nuevo grupo; sin embargo, todas poseen tres fases, las cuales son: inicio, desarrollo de actividades y cierre.

Al comenzar el taller los facilitadores se aseguran de que todos los asistentes están preparados para realizar las actividades y reaccionar de una buena manera ante ellas, para lo que es necesario que estos se encuentren tranquilos y concentrados en la sesión, por ello las dinámicas iniciales están orientadas a alcanzar este objetivo. Generalmente, durante la primera fase se realizan ejercicios de respiración y relajación, además de la ronda de presentación.

Los ejercicios de respiración que se practican en las sesiones de risoterapia suelen ser innovadores, por lo que no sólo intentan tranquilizar a los asistentes a través del simple control de la oxigenación pulmonar, sino que utilizan otras herramientas, tal como colocar música instrumental de fondo y que los participante sigan el compas de la melodía inspirando y expirando de manera armoniosa, o reproducir sonidos de la naturaleza para crear escenarios imaginarios de paisajes naturales que ocasionen que los sujetos alcancen el nivel de tranquilidad necesario para sentirse a gusto con sus compañeros de taller y ser capaces de llegar hasta el final de la sesión.

Muchas personas se sienten incómodas al llegar a lugares nuevos en los cuales no conocen a nadie, situación que puede aumentar su intranquilidad, por lo que es necesario que antes de comenzar las actividades diseñadas específicamente para crear risas, los participantes se conozcan, pues esto les permitirá relajarse y encontrarse en un ambiente más seguro. A pesar de que es sólo el inicio del taller, la ronda de presentación debe ser agradable y exteriorizar los aspectos positivos de cada integrante; por ello en la risoterapia esta etapa trata de destacar virtudes, características personales e incluso involucrar testimonios de la primera impresión que tienen los asistentes con respecto al facilitador de la sesión de risoterapia.

La papa se quema

Otro tipo de presentaciones son las que se encuentran inmersas en juegos conocidos, tal es el caso de “la papa se quema” en la que todos los participantes forman una circunferencia y van pronunciando su nombre al mismo tiempo que pasan una pelota, la cual se detiene cuando uno de los facilitadores del taller dice “se quemó la papa”, y la persona que queda con la pelota en la mano debe recordar y pronunciar el nombre de todos los que le antecedieron; esta es una forma de conocer a sus compañeros y pasar un rato agradable en el que seguramente se escapen las risas.

Atribución de cualidades

Un juego muy entretenido que suele emplearse en las rondas de presentación es “atribución de cualidades”, el cual consiste en que los individuos se vayan presentando, indicando su nombre, edad, zona donde vive, entre otras cosas, y al final agreguen un objeto inanimado que se les venga a la mente; de esta manera, la persona a la que le corresponda presentarse luego, antes de iniciar su discurso debe decir qué cualidad del objeto nombrado anteriormente tiene ella y cuál cree que tiene el individuo que lo nombró, así continuamente hasta que todos los asistentes se hayan manifestado. Esta actividad persigue que los participantes expresen algo más que sus datos personales, pues abrirse y exteriorizar sus pensamientos es lo que logrará que se sientan en confianza.

Tres animales

Una vez que los participantes se han presentado de la manera tradicional, el facilitador de la sesión de risoterapia les pide que rápidamente piensen en tres animales y los pronuncien en el orden en el cual se les ocurrieron, agregando una característica de cada uno. Cuando ya todos los asistentes han intervenido, el monitor explica que psicológicamente el primer animal que nombraron significa cómo creen que los demás los ven, el segundo cómo se ven ellos a sí mismos y el tercero cómo en realidad son; de esta manera se abrirá paso a las risas y a la reflexión.

Una vez que los asistentes han alcanzado la relajación necesaria y se han conocido, el facilitador del taller se dispone a emplear las actividades que intencionalmente provocarán la manifestación de la risa y la carcajada, la cual permitirá que todos los participantes se contagien de emociones y pensamientos positivos, que harán que estos pasen un rato agradable y disfruten de la sesión de risoterapia. Una característica común que tienen las dinámicas a emplear en este tipo de encuentros, es que tratan de exteriorizar el niño interno que todas las personas poseen. Entre las actividades más conocidas, destacan:

Duelo de risas

Es una dinámica comúnmente empleada en las sesiones de risoterapia, la cual consiste en hacer parejas y que estas se miren fijamente a los ojos, hasta que uno de los dos no pueda aguantar más y suelte una carcajada, la cual será contagiada a su compañero, originando que ambos estallen de la risa y al escucharlos los otros equipos también rían, creando una ola de gracia que se extiende por varios minutos. Este juego es muy famoso, ya que se utiliza fuera de este ámbito, pues las personas lo emplean para hacer “duelos de la risa” y ver quién resiste más tiempo sin sonreír.

Intercambio de roles

Las dramatizaciones también suelen ser utilizadas como estrategias para generar risas, por lo que existen muchos juegos que involucran imitar y actuar, pero el que se emplea con mayor regularidad en la risoterapia es el “intercambio de roles”, el cual consiste en adoptar las actitudes de otra persona, ya sea otro integrante del grupo o algún artista famoso, y comportarse como lo haría esa persona ante determinada situación. Asimismo, existe otra modalidad de esta dinámica, en la que un individuo trata de copiar a otro con el objetivo de que el resto de los participantes adivinen de quién se trata; en ambos casos la risa se hace presente al ver conducirse de manera burlona a la persona que intentar transmitir el mensaje sin utilizar palabras, sino únicamente los gestos.

Dibujo en pareja

Esta dinámica consiste en que el facilitador del taller dibuja una serie de líneas al azar, y ordena que los integrantes seleccionen una pareja, junto a la cual realizarán un dibujo, en el que sólo podrán crear formas uniendo de la manera que deseen las líneas anteriormente señaladas. Una vez que todos hayan culminado la actividad, los grupos se intercambiarán los dibujos y verán lo que pudo hacer el resto de las parejas con las limitaciones que tenían, y al compararlos entre todos surgen las risas y las carcajadas.

Cantar a risas

Existen diversas maneras de aplicar esta dinámica en los talleres de risoterapia, aunque su intención siempre será que los participantes entonen con risas algunas melodías conocidas. La versión más aplicada de este juego, es la que sigue la estructura del intercambio de roles, pues un individuo pasa al frente y selecciona un cantautor o una canción específicamente, y debe tratar que sus compañeros adivinen cuál es, mientras él ríe indicando el ritmo de la música, lo que también provoca la risa del resto de los asistentes.

El niño interior

Una cualidad que tienen los bebés y los infantes es que ríen diariamente, hasta cuatro veces más que los adultos, pues ellos tienen la capacidad de encontrarle gracia a cualquier situación, además de que su vida gira en torno a juegos y diversión. Los pequeños suelen ser motivo de risa para los adultos, ya sea por su inocencia o por la manera de expresarse, por ello es que en la risoterapia la mayoría de las dinámicas intenta exteriorizar el niño que cada participante lleva dentro. “El niño interior” consiste en que los asistentes deben actuar como niños, hablando como ellos, haciendo ruidos, sorprendiéndose por pequeños detalles y riendo tal cual como los infantes lo hacen, pues al imitarlos y observar al resto del grupo comportarse de esa manera, la risa se hace presente de forma natural, y en algunas ocasiones el resultado es tan positivo que los participantes no quieren salir de su rol de niños.

Una vez que se haya culminado con el ciclo de dinámicas, sigue la fase de cierre, en la cual los participantes manifiestan cómo se sintieron durante la sesión, señalan lo que aprendieron ese día y lo que intentarán poner en práctica en su rutina diaria. Asimismo, los facilitadores expresan algunas reflexiones sobre las actividades que se llevaron a cabo en el taller, los beneficios de la risa y la importancia de ir regularmente a sesiones de risoterapia, pues estos constituyen una forma de adoptar un estilo de vida más saludable, al mismo tiempo que ayudan a que los individuos se recreen, relajen y adopten una perspectiva optimista ante las situaciones de la vida.

Consejos para mantener el buen humor

El buen humor es necesario para reír y conservar un estilo de vida saludable, pues gracias a él la felicidad se convierte en un estado de ánimo constante y las emociones positivas se manifiestan a menudo, reflejando la placidez y el bienestar que se siente al vivir de esta manera. Existen varias acciones que contribuyen a que las personas mantengan su sentido del humor, entre ellas se encuentran:

Dormir bien

Para iniciar un nuevo día con entusiasmo es necesario haber descansado lo suficiente durante la noche, pues esto es lo que concede el ánimo necesario para levantarse con una sonrisa y afrontar las diversas circunstancias que ocurrirán a lo largo del día. Cuando una persona duerme menos de siete horas nocturnas, el cuerpo no reposa lo suficiente, por lo que probablemente se despierte fatigada, adolorida y malhumorada, situación que repercutirá en sus quehaceres diarios, su manera de responder a los estímulos del entorno y en las relaciones interpersonales que establezca durante el día.

Asimismo psicólogos, neurólogos y unidades del sueño coinciden en que dormir siestas de cortos períodos también ayuda a que los individuos mantengan el buen humor, ya que estas permiten que el cuerpo se recargue nuevamente de energía, que el cerebro se relaje, oxigene y aumente la capacidad de alerta, la cual es la que contribuye a que las personas reaccionen de una manera rápida y eficaz ante cualquier suceso.

Comer sano y a tiempo

Alimentarse de manera saludable contribuye a mantener un equilibrio entre los diversos grupos de nutrientes que entran al organismo, lo que garantiza que los alimentos se asimilen correctamente y que el metabolismo absorba todos los sustentos que necesita para su funcionamiento; de esta forma el cuerpo recibe lo que requiere, en la medida justa, con el objetivo de transformarlo en energía, la cual sirve como motor para emprender todas las actividades que el sujeto desee desempeñar a lo largo del día. Si no se come de manera saludable es probable que el organismo reaccione originando problemas estomacales, fatiga, cefaleas, entre otros síntomas, lo que se traducirá en pérdida de interés por las actividades que se van a realizar, cansancio y malhumor.

Muchas personas cambian su estado de ánimo cuando no comen a las horas establecidas, pues su cuerpo se encuentra entrenado para cumplir con su rutina y al momento de no percibir los nutrientes necesarios, el déficit se manifiesta a través del malestar físico y el malhumor; por ello, comer tres platos fuertes al día, una merienda y una porción de frutas o cereales, cada ración a su hora acorde, es fundamental para conservar la energía y la salud, lo que por consiguiente permite que se mantenga el buen humor y se presente la risa.

Hacer ejercicio

Mediante la actividad física se liberan tensiones, se acelera el ritmo cardíaco y el metabolismo, además de que se ejercitan los músculos y se fortalece el sistema inmunológico. Sin embargo, el ejercicio igualmente aporta beneficios psicológicos, pues cuando una persona entrena su cuerpo también se recrea, reduce el nivel de estrés y segrega adrenalina, la cual sirve como impulso para seguir con la actividad física, pero una vez acabado el período de excitación da paso a la endorfina, hormona que brinda la sensación de bienestar y felicidad, lo que junto con la relajación de los músculos al finalizar la jornada de ejercicios, permite aumentar el sentido del humor y fomentar la risa.

Disfrutar de las actividades diarias

La rutina suele aburrir y hasta molestar cuando lo que se está haciendo no brinda felicidad o bienestar, por ello para que un sujeto pueda mantener el buen humor es necesario que realice actividades que le parezcan atractivas, que le gusten y lo hagan sentir confortable. Cuando alguien come algún alimento que no es de su agrado, asiste a una universidad en la cual se siente incómodo o su lugar de trabajo no cumple con sus expectativas, suele mantenerse cabizbajo, malhumorado e irritable, lo que ocasiona que cada día se sienta más decepcionado de su vida y sea propenso a sufrir de estrés, depresión, angustia o enfermedades psicosomáticas.

Mantener un espacio para la recreación

Tomar unas horas de la semana para hacer algún tipo de actividad divertida, en la cual el individuo pueda socializar con otras personas diferentes a las que se encuentra en su rutina diaria, es muy importante para fortalecer la confianza, la autoestima y disminuir el estrés. Hacer deportes, salir con amigos los fines de semana, asistir a clubes de lectura o de comedia, son buenas opciones de recreación, pues las emociones positivas que afloran cuando se realizan estas actividades permiten que el sujeto se sienta satisfecho por cumplir con el esfuerzo que le permitió obtener ese resultado, lo que contribuirá a que mantenga su buen humor tanto en el período de distracción como una vez finalizado el mismo.

Estimular los sentidos

A veces los pequeños detalles son capaces de alegrar el día, por ello es necesario que las personas agudicen sus sentidos y puedan encontrar en su entorno razones para ser felices, ya que esto les permitirá mantener el buen humor y facilitar la risa. Pocos se percatan de los colores de las paredes al entrar a una oficina, de los sonidos de la naturaleza durante las primeras horas del día, de las formas de las nubes o de si su compañero de trabajo cambió el corte de pelo, pues en esta era tecnológica muchas personas se encuentran ensimismadas en sus aparatos móviles y su vida virtual parece ser más importante, por lo que se pierden de disfrutar ciertos gustos que pueden llevarlos a experimentar grandes emociones.

Pensar de manera positiva

Cuando las personas adoptan una perspectiva optimista son más felices, pues pensar de manera positiva origina que conciban y expresen buenos sentimientos, que harán del  entorno uno mucho más agradable tanto para ellas como para los individuos que las rodean. La mente tiene mucho poder, por eso debe ser controlada, pues sólo de esa manera se podrán rescatar únicamente las cosas buenas que sucedan, lo que logrará que los sujetos  vivan plenamente sin que los malos pensamientos los colmen de prejuicios e idea erróneas o exageradas que le causen tristeza y malhumor.

La inteligencia emocional es una herramienta que se pone en práctica durante las sesiones de risoterapia, ya que permite aumentar la capacidad que las personas tienen de conocer, seleccionar y expresar correctamente sus sentimientos, lo que brinda la posibilidad de adoptar la postura más cordial frente a las diversas situaciones que puedan presentarse en el día a día. A pesar de que los beneficios de desarrollar esta habilidad son muchos, alcanzar tal nivel de consciencia emocional cuesta tiempo y esfuerzo, por lo que el primer paso para aprender a controlar los impulsos y adoptar un pensamiento positivo debe ser desearlo y practicarlo diariamente.

Existen muchas personas optimistas, pero la mayoría de ellas actúan de esta manera voluntariamente, ya que han aprendido que manejar sus emociones es posible y les permite  sentirse felices, saludables y placenteros, pues diariamente inician su día con el objetivo de rescatar las cosas buenas que en él ocurran y agradecer cualquier situación que los beneficie, los alegre y contribuya a que mantenga su buen humor, el cual constituye el primer paso para que la risa se manifieste regularmente durante su jornada.



Autor: © PSIGUIDE