Cómo superar el miedo a la muerte

La vida, ese periodo de tiempo en el cual disfrutamos de todas las experiencias de nuestra propia existencia, positivas y negativas, y que suelen dejar siempre recuerdos, enseñanzas y aprendizajes, que quedan grabados en nuestra memoria. Pero la vida en sí misma no es eterna, así como nacimos, también morimos; eventualmente, la vida llega a su fin, y usualmente la vivimos con la perenne incertidumbre de cuándo llegará la muerte.

Por lo general, podría suponerse que ese sentimiento no debería causar pensamientos negativos, ya que de todos modos es un hecho que la muerte ocurrirá, pero la realidad es que el miedo a dejar este mundo es algo muy común, que lejos de mantenerse como un sencillo estado de preocupación, a veces desencadena un fuerte trastorno de angustia y ansiedad, con la posibilidad de llegar a convertirse en una fobia.

El miedo a la muerte

superar el miedo a la muerte

El tema de la muerte ha despertado innumerables discusiones a lo largo de toda la historia de la humanidad. La muerte es parte de la vida y nadie puede tener dudas acerca de que en algún momento sucederá. Cada persona la ve de una manera diferente, influenciado por sus costumbres, tradiciones, creencias y hasta forma de ver la vida, pero inevitablemente todos llegamos a sentir miedo respecto a esta idea en algún momento, lo cual es normal, porque la incertidumbre, el no saber qué hay después, suele despertar grandes temores.

El principal problema en relación a la muerte, es que, básicamente, nadie quiere morir. La muerte está presente en innumerables situaciones; por ejemplo, lo vemos en las noticias, la televisión, el cine, con frecuencia acudimos al funeral de una persona conocida, en algunas culturas la celebran, y hasta nuestro propio cuerpo atraviesa miles de procesos orgánicos en los que millones de células mueren cada día. Pero aún así, es inevitable sentir miedo cuando somos conscientes de que realmente algún día vamos a morir, a pesar de tener muy claro que efectivamente algún día moriremos; la muerte no es más que el fin de la vida, y eso todos lo sabemos.

Pero no se puede hablar de la muerte como un proceso más, ya que envuelve demasiados factores importantes para la vida que no pueden traducirse simplemente en su fin. Por este motivo es que la muerte es un tema que despierta mucho interés en la colectividad, porque al no saber exactamente qué hay después, se le suma la preocupación de tampoco saber qué sucederá con nuestro entorno, cuando ya no estemos en este mundo para presenciarlo, a lo que también puede llamarse miedo a lo desconocido. A su vez, junto al miedo a la muerte también deben tomarse en cuenta otros temores, como el miedo al dolor, ya que se asocia a la muerte en sí, o el miedo a dejar de existir, aunque en realidad, al morir, nadie sabe qué puede suceder después.

¿Por qué se produce el miedo a la muerte?

Cuando el miedo a la muerte pasa de ser un simple temor a un estado de pánico irracional, que afecta todo nuestro entorno y el normal desarrollo de la vida, entonces se puede hablar como tal de una fobia a la muerte.

Ahora bien, existen dos tipos de esta fobia. La primera es la tanatofobia, que es el miedo irracional relacionado con la propia muerte, es decir, el miedo que sentimos a morir algún día. La tanatofobia, al tratarse de un rechazo a la idea del fin de nuestra vida, produce un estado de angustia extremo que se intensifica con cualquier factor que se relacione al riesgo de morir, como por ejemplo, alguna enfermedad, aunque esta no sea grave.

miedo a la muerte

Las personas con tanatofobia suelen experimentar frecuentes ataques de pánico ante el más mínimo estímulo relacionado a cualquier riesgo, viven cada día con la idea de que pueden morir en cualquier momento y crean un estado de paranoia que no les permite desenvolverse con normalidad, ante el miedo de que la muerte les asalte a la vuelta de la esquina.

Por otra parte, existe además la fobia a la muerte, propiamente, es decir, todo lo relacionado al fin de la vida en general y lo que recuerde a ella, como por ejemplo los cementerios, morgues, cadáveres, fantasmas, etc.; a esta fobia se le conoce con el nombre de necrofobia.

La causa más común que puede desencadenar esta fobia se debe a traumas, especialmente ocurridos durante la infancia, relacionados a la muerte de alguna persona cercana, pérdida para la cual el individuo no se encontraba preparado, así como también por experiencias desagradables con alguno de los elementos que se relacionen con la muerte en general, como por ejemplo, ver el cadáver de otra persona.

Trastornos relacionados con el miedo a la muerte

Sea cual sea el tipo de fobia que una persona pueda sentir hacia la muerte, el miedo persistente producto de esto está altamente relacionado a la aparición de trastornos obsesivos compulsivos (TOCs), con los que el individuo no puede vivir tranquilo por pensar a cada instante que cualquier cosa podría ocasionar el fin de su vida. Por ello, estas personas tienen un cuidado extremo de no enfermarse, o de no practicar alguna actividad que le parezca peligrosa, aunque no lo sea, como conducir o viajar en avión, por ejemplo.

En este mismo sentido, aparecen señales de hipocondría. Además, las personas con miedo a la muerte desarrollan síntomas de otras enfermedades, de carácter psicosomático, y que combinados con algún trastorno obsesivo compulsivo, puede convertirse en un gran impedimento para tener una vida normal.

Por otra parte, en general el miedo a la muerte suele estar acompañado por ataques de pánico, angustia y altos niveles de ansiedad, que a su vez desarrollan otros síntomas fisiológicos propios de esos trastornos: dolores de cabeza, mareos, dificultad para respirar, insomnio y aumento de la frecuencia cardíaca, entre otros más. Además, el estado de paranoia frente a esto puede ser tan alto, que en ocasiones la persona se siente como si realmente estuviese muriendo, aumentando aún más el grado de angustia al respecto y causando un ciclo muy difícil de detener, que se activa cuando la angustia producida en relación a la muerte crea niveles de ansiedad altamente estresantes, que eventualmente llevan a la persona a imaginar que va a morir o que está muriendo, sufre de ataques de pánico y, al darse cuenta que no pasa nada, vuelve a su estado de angustia original, reiniciando el ciclo de nuevo.

En los casos más extremos, los individuos con miedo a la muerte pueden llegar a resignarse hasta el punto de que realmente no les importa vivir, y como salida desesperada recurren a intentos de suicidio por ese miedo a morir que genera un estado de ánimo cargado de depresión y estrés.

Ayuda psicológica para superar el miedo a la muerte

El miedo a la muerte no es del todo dañino, ya que es bastante normal y hasta racional tener este miedo, especialmente cuando realizamos alguna actividad que resulte peligrosa. Pero cuando el miedo invade todos los espacios de nuestra vida, llegando incluso a incapacitarnos para realizar cualquier tipo de actividades tan solo por el temor exagerado de que eso pueda causarnos una muerte inminente, entonces este es el momento propicio para recibir ayuda psicológica, a través de un terapeuta que escuche atentamente qué nos sucede y establezca un plan de acciones a seguir para recuperar la confianza en nosotros mismos.

Para esto, existen varias alternativas de terapias psicológicas que pueden ayudar a resolver la situación.

Terapia cognitivo-conductual:

Para la gran mayoría de los expertos, la terapia cognitivo-conductual es la mejor alternativa para superar el miedo a la muerte, ya que a través de esta el paciente puede exteriorizar los motivos por los cuales ha sido invadido por este temor. El psicólogo o psicoterapeuta debe tener la pericia para determinar qué es lo que propiamente causa este pensamiento en su paciente y proporcionar la idea de una nueva manera de pensar al respecto.

Por ejemplo, una persona podría tener miedo a morir ahogada, lo cual, además, le provoca tener un miedo generalizado al agua, ya sea nadar en una piscina o en el mar. El terapeuta debe encargarse de proporcionar alternativas de pensamiento con las cuales el paciente pueda convencerse de que no tiene nada que temer; podría considerar tomar clases de natación, o conocer nuevos lugares con aguas tranquilas a las que pueda introducirse, sin que exista el riesgo de sufrir algún accidente.

Técnicas de relajación:

Las técnicas de relajación son ideales para ser aplicadas en el tratamiento contra el miedo a la muerte. Estas técnicas utilizan ejercicios de respiración que deben practicarse siempre que se tenga una crisis nerviosa a causa de sentir el temor a la muerte en alguna circunstancia determinada, que ayudarán a bajar los niveles de ansiedad, reducir la angustia y evitar los ataques de pánico.

Terapia de exposición:

Cuando una persona siente miedo a morir ante un determinado evento o actividad, lo más seguro es que no lo realice. Mediante la terapia de exposición, el psicólogo busca la manera de que su paciente enfrente directamente el miedo, en principio imaginando que se encuentra en la situación que tanto teme, y progresivamente intentando ponerse realmente en esa situación.

Continuando con el ejemplo del miedo a morir ahogado, una vez que el paciente ha comprendido que no debe sentir ningún peligro al intentar aprender a nadar, entonces es el momento de intentarlo en serio. Podría buscar alguna academia de natación en a que le enseñen a entrar al agua sin miedo, y con el tiempo irá enfrentando ese temor hasta lograr vencerlo.

Tratamiento farmacológico:

Por lo general, las medicinas son una alternativa que se suele evitar porque no combaten el miedo como tal, sino que lo que se busca con su consumo es disminuir los síntomas propios de la ansiedad y la depresión que produce vivir día a día con el miedo a morir. Quien debe encargarse de esto es un psicólogo clínico o un psiquiatra, quien evaluará el nivel del trastorno que su paciente padezca, para así determinar también el tratamiento adecuado en cada paciente.

Grupos de apoyo:

En muchos casos, encontrarnos rodeados de personas que tengan el mismo problema que tú, puede resultar reconfortante, y más aún cuando esas personas ya han podido superarlo. Acudir a grupos de apoyo donde podamos desahogarnos y hablar sobre nuestro miedo a morir y la ansiedad que esto nos produce, puede ayudarnos a darnos cuenta de que realmente no hay mucho por lo que debamos preocuparnos. Los consejos de los demás pueden llegar a ser muy útiles y saber que no estamos solos, facilitará un poco las cosas al momento de tratar de olvidar aquello que tanto nos afecta.

Consejos para superar el miedo a la muerte

El miedo a la muerte es una condición normal y muy común. Todas las personas piensan periódicamente en cómo podría llegar a ser ese momento. El problema es que un gran número de individuos convierte ese temor en un miedo paralizante e incapacitante; básicamente, en una fobia. Si no quieres formar parte de ese grupo, lo primero que debes hacer es cobrar consciencia de que todos esos pensamientos en relación a la muerte son totalmente normales, y que en nada deberían afectar el desarrollo pleno de nuestro día a día.

En este punto, lo ideal es hacer todo lo posible por dejar de prestar atención a todos esos pensamientos fatalistas, que nos impiden disfrutar de la vida, y comenzar más bien a darle la importancia que merecen aquellas ideas con las que nos sentimos plenamente bien y felices. Por ejemplo, ¿por qué evitar hacer un largo viaje por aire para ver a algún familiar que queremos visitar, tan solo por tener la seguridad de que el avión se va a estrellar? ¿No es mejor pensar en lo bien que será volver a ver a esa persona, a pesar del temor que sintamos por volar? Además, viajar en avión es incluso más seguro que conducir largas distancias por carretera.

En este sentido, si tanto miedo le tenemos a morir, entonces también debemos hacer todo lo posible por cuidar nuestra salud. No es lógico que sintamos temor por la muerte pero tengamos algún hábito de consumo poco saludable, como pudieran ser las bebidas alcohólicas o los cigarrillos. Lo ideal es eliminar cualquier actividad que realmente represente un factor de riesgo para nuestra vida, así como actuar con prudencia ante situaciones de verdadero peligro. Estas prevenciones ante riesgos reales ayudaran a disminuir ese miedo.

Por otra parte, también es importante estar conscientes de que la muerte tan solo es otro proceso de la vida misma, entonces, ¿por qué gastar tantas energías y dedicar tanto esfuerzo mental a algo que apenas dura un instante? Pasa más tiempo disfrutando todo lo que haces, comparte con amigos y familiares, realiza viajes a lugares que nunca hayas visitado; cualquier actividad que cause algún grado de satisfacción te ayudará a enfocar tus emociones en darle más importancia a lo que estás viviendo, en lugar de pensar en lo que ocurrirá cuando ya no estés en este mundo.

A fin de cuentas, la muerte es lo único seguro que tiene la vida, así que, ¿por qué temerle? Es mejor disfrutar la vida plenamente mientras la muerte llega, y esta decisión debe ser tomada antes de que sea tarde y no quede tiempo de nada; si bien es cierto que algún día nos vamos a morir, más cierto es que el resto de los días, vamos a vivir.



Autor: © PSIGUIDE